Este material es muy versátil, sin embargo pocos son los que conocen todas sus características y propiedades.
Entre todos los materiales de construcción, hoy os hablamos de uno que quizás no es tan conocido como creemos. Empleado en muchos espacios y productos, la cerámica se ha convertido en uno de los materiales más usados en el sector de la construcción. ¿Pero sabes realmente cuáles son sus propiedades?
La cerámica no contiene plástico por lo que es completamente reciclable, además de ser higiénica e hipoalergénica. Este material está fabricado siguiendo las normativas europeas más rigurosas que garantizan el respeto al medio ambiente y la salud.
Un suelo de cerámica se limpia fácilmente al no retener la suciedad ni las bacterias y ser completamente inodoro. Es un material muy duradero que siempre aparenta estar como nuevo ya que no se deforma antes fuertes cambios climáticos y resiste a los detergentes químicos más agresivos.
Una característica que suele pasar desapercibida de este material es las propiedades ignífugas. La cerámica no arde y, en caso de incendio, no emite sustancias nocivas ni para las personas ni para el medio ambiente.
Una de las propiedades que más destacan es su versatilidad. La cerámica es ideal para suelos, paredes, superficies de trabajo, mesas, etc. Está disponible en múltiples formatos y superficies. Al ser tan resistente, el suelo de cerámica es perfecto para tiendas, oficinas, restaurantes y en cualquier tipo de local que se transite con frecuencia.
Pero sobre todo, la cerámica es bonita porque es auténtica, capaz de aportar estilo y valor a cualquier ambiente. La cerámica, una elección segura.
¿Quieres descubrir más sobre este material?
Entre las múltiples propiedades de la cerámica encontramos que:
La cerámica presenta múltiples variables que la convierten en un material aún más versátil. Los diferentes tipos son:
Cerámica porosa:
Realizada con arcilla de grano grueso, son ásperos y permeables a los gases y las grasas; absorben la humedad. Son los que no han sufrido el proceso de vitrificación, al no haber sido expuestos a temperaturas lo suficientemente elevadas como para fundir el cuarzo con la arena. Su fractura (al romperse) es terrosa. Los ladrillos y las tejas se consideran cerámicos porosos.
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Cerámica tenaz:
- Soportan altos esfuerzos. Son las que se emplean en la fabricación de baldosas o porcelanatos, por ejemplo.
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Cerámica semicompacta:
- Posee arcilla de grano fino, son poco permeables y no absorben la humedad.
Cerámica compacta:
Tiene una estructura microcristalina, son impermeables, suaves y no absorben humedad. Se ubican allí las lozas finas y las porcelanas.